QAMASA Digital.- La lucha por convertir la bomba en Patrimonio Cultural Inmaterial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, en inglés), inició con la solicitud por escrito del gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, al presidente Joe Biden, para que Estados Unidos inicie la petición formal.
La nación norteamericana se convirtió nuevamente, en julio, en Estado Miembro de la Unesco, luego de que pausara su participación en 2003. El regreso representa “el primer gran paso” para oficializar los procesos de certificar la bomba como patrimonio cultural, según Carlos Ruiz Cortés, director ejecutivo del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP).
“En el año 2003 Estados Unidos se retira de la Unesco. No ratifica la convención de ese año. Por ende, Estados Unidos no ha podido volver a someter y mucho menos Puerto Rico. Nuestra administración ha hecho muchos esfuerzos para hacer la petición formal de incluir a la bomba como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, como debería ser. Pudiese hacerse a través de otros foros, otros países u otras organizaciones, pero ha sido muy complicado para ellos”, explicó el director de la agencia que gestiona el proyecto desde 2017.
Dentro del patrimonio cultural en Puerto Rico se encuentra el Lugar Histórico Nacional de San Juan que incluye las fortificaciones del Castillo San Cristóbal, Castillo San Felipe del Morro y Fortín San Juan de la Cruz.
Ruiz Cortés considera que la designación de la bomba abrirá la puerta a solicitudes de otros ritmos, tradiciones y artes.
Identidad cultural y longevidad
“La bomba es una de las artes más antiguas que continúa vigente su práctica y uso en Puerto Rico; cómo se involucra con la comunidad, que es uno de los elementos que se consideran para ser evaluados. Estamos hablando que los orígenes de la bomba sobrepasan los 300, casi 400 años. Así que en cuestión de no tan solo longevidad, sino también de práctica diaria y que también tenga dentro de la sociedad puertorriqueña un sentido de identidad”, destacó Ruiz Cortés en entrevista telefónica con EL VOCERO desde Washington, donde ayer tendría un encuentro con la primera dama Jill Biden.
El ejecutivo estima que el proceso de declaración podría extenderse años.
“Son por grandes temporadas o por segmentos de tiempos, van evaluando los casos uno a uno por área, hasta el punto que al final se puede tardar cuatro, cinco años; ellos aprueban o desaprueban que se incluya dentro de ese listado (de patrimonio histórico). Así que es un proceso largo, no tan solo acá a nivel local, sino también a nivel internacional”, advirtió.
El Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco incluye en su listado diversos ritmos como la bachata (2019) y el merengue (2016) de República Dominicana, así como el reggae (2018) de Jamaica y la rumba cubana (2016).
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