El doctor Guery Ramiro Cordero Terrazas, promovió la ley que regula la elaboración del dióxido de cloro, sin embargo ahora resalta la importancia de la comida saludable.
La Paz, Bolivia/QAMASA Digital.- “Kaizen” es una palabra japonesa que significa “mejora” y en ella se respalda el doctor Guery Ramiro Cordero Terrazas, para encaminar un programa de comida saludable en Bolivia y que se extienda en la región y sino en el mundo.
Y es que el método Kaizen (del japonés Kai que significa cambio o reforma y Zen, es la sabiduría o bondad), no es una dieta, es el cambio en un estilo de vida, por eso recomienda en cuanto a alimentación, no dejar de comer todo de golpe sino de a poco; apuesta por organizarse y conseguir pequeños logros, es decir busca alejar la mentalidad de los cambios rápidos y que más bien el avance sea lento pero seguro.

Así, el doctor Cordero, conocido por ser uno de los impulsores de la ley que regula la elaboración, comercialización, suministro y uso consentido de la solución de dióxido de cloro (SDC) como prevención y tratamiento del coronavirus en la pandemia que inició en 2019, ahora se apoya también en recomendar el tipo de alimentación que las personas deben tener para mejorar su calidad de vida. Y lo hace tras atender casos en la pandemia que se agravaron porque tenían que ver también con la forma de alimentarse.
“Se desata la pandemia y empezamos a manejar el dióxido de cloro, eso hemos estado haciendo en Bolivia, atendiendo pacientes con un supuesto covid, para mí esto es algo coyuntural. Estoy tratando la parte de enfermos degenerativos en diabetes e hipertensión, pero para que aprender y enseñar a que sepan alimentarse primero” destaca.

Y el enfoque que maneja el galeno no es para volcar la mirada a otro lado, porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya en 2018, afirmaba que seis de cada 10 enfermedades están relacionadas con lo que comemos. Mientras que entre 2021 y 2022 la prevalencia de la desnutrición, se mantuvo casi sin cambios, pero continuaba más alta que antes de la pandemia.
Ahora el doctor Cordero continúa con su labor médica, pero la complementa con el programa Kaizen, que según dice es un método utilizado después de la Segunda Guerra Mundial, que engloba el concepto de “mejora continua”, es decir que no importa la actividad que uno realice, siempre la puede mejorar y así se eliminan las ineficacias de un proceso.
En ese sentido, destaca que es un método que usan todas las empresas a nivel mundial y es exitoso, que ahora se aplica a la parte humana, adaptando como hicieron otros, para la idiosincrasia de Bolivia, haciendo el mejoramiento continuo para incidir en la comida, “porque la cantidad que se consume no es la correcta” por los carbohidratos y proteínas que se comen en exceso, asegura y resalta que en su calidad de médico “soy un dictador, si veo un paciente con cáncer, debe haber un cambio radical en su alimentación”.
BENDECIDOS
De Bolivia cuestiona la gran cantidad de carne que se consume respecto a los vegetales y las frutas, además observa a algunos de sus colegas por seguir esta regla. Y es que el doctor Guery Cordero al haberse graduado como médico pediatra de la Universidad Central de Venezuela, en la Escuela Luis Razetti de Caracas, en 1979, haber realizado cursos de homeopatía en México, y tener formación en acupuntura y medicina tradicional efectuados en China, considera que su vocación es sólo velar por la vida sana.

“Este es un país bendito, me gusta visitar los mercados, porque dejan atónito al descubrir frutas que no he visto en otras partes del mundo y la cantidad de vegetales es impresionante, pero el consumo de las carnes es propiciado por quienes no saben de salud. Ni siquiera los médicos saben de vida sana, lo que los nutricionistas saben es lo que los médicos les han informado y a nosotros no nos gusta pensar, mejor si es algo hecho, lo tomamos y lo consumimos” reflexiona.
Como ejemplo de la mala forma de comer, no sólo en el país sino en el mundo es que al consumir diariamente un huevo de 30 gramos, implica que en más de 30 días, la cantidad sube a 2.000 o 2.500 gramos, lo que puede producir cáncer, esto sumado al alto consumo de leche.
“Las vaquitas al tener su bebé tenían un tiempo adecuado de dar leche, pero actualmente la ciencia utiliza medicamentos para que no dejen de dar leche, entonces es el producto más letal que tenemos en el medio ambiente, es alto en fósforo, es lo que produce osteoporosis, es alto en caseína, produce cáncer y aquí es difícil que la gente no consuma leche y carne“, afirma.
Para aplicar el método Kaizen, Cordero conformó un equipo para evitar que una mala alimentación continúe derivando en acrecentar nuevas enfermedades.

“En La Paz cuando uno almuerza, te sirven la entrada y tiene carne (fría), la sopa tiene carne, llega el segundo con carne y el postre…carne” ironiza y sonríe.
DEFENSA
Ser médico no es fácil para el doctor Guery Cordero, porque considera que hay métodos alternativos para tratar a los pacientes, más desde la defensa que tiene por el dióxido de cloro, y ahora enfocado en la alimentación saludable con el consumo adecuado de proteínas, vegetales y frutas.
Como pediatra, en un hospital donde trabajó, fue impedido de atender niños porque no les recetaba ni una aspirina, “no porque no crea en ello, para pacientes que tienen enfermedades crónicas no vale la pena esclavizarlos y hacerles una vida desgraciada hasta su muerte” dice con convicción y añade que al no poder prescindir de sus servicios, tuvo que trabajar con terapia del dolor para luego tratar a pacientes con cáncer, entre ellos los que consumían hasta seis pastillas de morfina al día, pero que igual se quejaban por el dolor.

“Al utilizar el dióxido de cloro (el MMS o Solución Mineral Milagrosa) por vía oral, por nebulización, por vía endovenosa, bajaba el consumo de la morfina, (los pacientes) despertaban a una conciencia lúcida. Ya son 10 años y 2.736 pacientes al año curados, para mí es la mejor terapia que pueda existir. De hecho es muy llamativo y desesperante que Bolivia tenga los índices más altos en enfermedades degenerativas en Latinoamérica” finaliza.
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