Por: Martín Balcázar Martínez
Un joven le pide a don Hugo Sevorga que le venda cinco panes y cinco huevos, pero antes le pregunta si puede pagarle con QR (Código de Respuesta Rápida). Esta interrogante se volvió muy común en Bolivia, así como las frases: “pásame tu QR” o “dame tu QR”, ya habituales cuando se van a efectuar transacciones digitales. De esa forma el nuevo sistema se populariza amigablemente entre los bolivianos.
“Gracias por su compra”, dice don Hugo —un ciudadano argentino residente en Bolivia desde hace varios años— al cliente, mientras le muestra su celular con la aplicación y escanee y realice el pago de los ocho bolivianos correspondientes.
Tras el pago del cliente, don Hugo recibe la notificación de la transacción en su teléfono móvil y confirma el abono del monto. “Perfecto, su pago fue recibido. Espero disfrute de sus panes y huevos”, añade el argentino con una sonrisa amistosa.
El pago con QR o Simple-Pago Móvil, introducido por la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban) en mayo de 2019, se popularizó en el país y experimentó un crecimiento exponencial. Las transacciones electrónicas de enero a septiembre de 2023 crecieron 97% en comparación con el mismo periodo de 2022, del que 74% corresponde a la nueva aplicación móvil.
CRECIMIENTO
Para el gerente general de la Administradora de Cámaras de Compensación y Liquidación (ACCL S.A.), Juan Gonzáles, la tendencia muestra claramente la preferencia y adopción creciente de los bolivianos de este método de pago, por ser innovador e interoperable.
Precisó que en las transferencias electrónicas de fondos compensadas y liquidadas mediante la ACCL S.A. a septiembre de 2023 se observa un crecimiento en el número de transacciones de 97%, y en los montos tranzados, de 12% respecto de similar periodo de 2022.
“Los bolivianos valoran la facilidad y la rapidez para realizar sus transacciones de un banco a otro”, asevera Gonzáles al destacar que Bolivia fue el primer país de Latinoamérica en adoptar esta tecnología entre bancos; es decir, con el sistema se paga de una cuenta de un Banco A a la cuenta de un Banco B, lo que no sucede en otra parte del mundo donde sólo funciona con una misma institución financiera.
“Eso nos ha permitido ganar muchos premios y ser el ejemplo en la región”, afirma el ejecutivo mientras observa el cuadro de estadísticas y señala uno de ellos: “Mire, el número de transacciones a septiembre de 2023 ascendió a 129 millones, por un monto equivalente a 49.981 millones de dólares” y resalta la influencia de ese fenómeno en el crecimiento exponencial de las transacciones mediante el Código de Respuesta Rápida.
Gonzáles, con los cuadros en mano, recuerda que en 2022 las transacciones mediante este novedoso sistema experimentaron crecimientos exponenciales en el número de transacciones del 515%, mientras que, en los montos tranzados, 500%.
“En la presente gestión, de enero a septiembre se observa un crecimiento en el número de transacciones de 276% y en los montos tranzados de 251%, respecto a similar periodo de 2022”, precisa al mostrar el cuadro de crecimiento.
MÁS POPULAR
Ese crecimiento en esta modalidad de pago y cobro se lo ve en el día a día en los emprendimientos personales, tiendas de barrio, mercados zonales, supermercados, restaurantes, empresas de seguros, radiotaxis e innumerables comercios, como en la Uyustus, donde Rubén Quispe Mendoza tiene su puesto de venta de ropa para mujeres, y todos los días hace transacciones con el Pago Móvil.
“Por día yo vendo unas diez prendas, y de esas ventas, cuatro a cinco personas me pagan con QR, pero el fin de semana las ventas son mayores y también los cobros con el sistema son más. Podemos hablar en la semana del 40 a 50%, y en los sábados llegamos al 80%”, afirma Quispe, quien en su puesto también recibe tarjetas de débito y crédito.
Lo mismo sucede con don Hugo, quien todos los días cobra a través del innovador sistema, principalmente en los fines de semana festivos, en los que mucha gente no quiere ir al cajero, pues significa una pérdida de tiempo.
“Todos los días vienen dos, tres, cuatro, hasta diez personas a pagar con QR porque no hay cajero en la zona. El señor de la casa del frente todo lo que compra paga con su celular”, dice sonriente don Hugo y afirma: “Es lo mejor que hay, no tiene límite de horario”.
Las aseveraciones de estos comerciantes son ratificadas por el Gerente General de la ACCL, quien informa que, al interior de las transferencias a través del Código de Respuesta Rápida, más del 80% fueron por montos menores a Bs 500 y más del 70%, por montos por debajo de Bs 250, reflejando así la aceptación de este servicio y su aporte a la inclusión financiera.

Esa alternativa, según Quispe, reduce el riesgo de robo o pérdida de dinero, puesto que actualmente no necesita ir a la sucursal de la institución financiera donde tiene cuenta bancaria.
“Ahora no tengo que estar yendo al banco con el dinero de la venta para depositar en mi cuenta y perder hasta dos horas por la cantidad de gente que espera hacer alguna transacción”, afirma Quispe.
Recomienda campañas de educación para el uso de este sistema de pago, para llegar a sectores populares, aunque admite que será difícil cambiar a las personas mayores de 70 años porque ellas no manejan bien su dispositivo móvil y están acostumbradas a ir a las oficinas de los bancos.
INCLUSIÓN FINANCIERA AMIGABLE
Como si los ejecutivos de marketing de las instituciones financieras habrían escuchado el pedido de Quispe, hay un despliegue de empleados de los bancos en todos los centros de abasto, donde colocaron sus carteles: “Se recibe Yape” (aplicación del BCP), “Pague con QR”.
El Gerente de la ACCL S.A. destaca que la modalidad de pago se hace más popular y “es un aporte significativo en la inclusión financiera”, porque se puede hacer transacciones desde los dos bolivianos.
¿Por qué tiene tanta aceptación?, se pregunta, y empieza a puntualizar sus ventajas. Primero, esta digitalización del servicio de pagos llega a todos los sectores, como por ejemplo el mercado informal, donde se hacen transacciones con rapidez y seguridad; segundo, no necesita una tarjeta plástica; tercero, no se cobra comisión; cuatro, no es necesario ir al cajero automático.

“Podría seguir enumerando las ventajas, pero me quedo con que es un servicio amigable, con características y ventajas para realizar transacciones sin necesidad de utilizar dinero en efectivo”, asevera.
Añade que las personas confían en su uso por ser muy seguro, al tener medidas de seguridad que evitan su falsificación o clonación; además, precisa: “Si una persona pierde el celular, nadie podrá usar el QR, porque sólo el dueño puede acceder a la clave y se renueva cuando se activa el sistema en otro equipo”.
NO FÍO, COBRO EN QR
Don Hugo contó que el fin de semana anterior, uno de sus vecinos le pidió prestados 250 bolivianos, porque no tenía efectivo para su compra y el cajero automático más cercano a la tienda, de los 3.360 que —según informe de la ASFI al 30 de septiembre de 2023— hay en el país, no era de su banco.
“Mi respuesta fue simple: no”, cuenta y continúa: “Pero luego le pregunté si tenía la aplicación de QR, me dijo ‘sí’, entonces le dije, ‘esa es la solución, págueme mediante ese sistema’ y así lo hizo. Desde ese día todo lo que compra cancela con el sistema de pago electrónico”.
“Es buenísimo, efectivo, eficiente, seguro y sirve para todo, ya no necesitas tener dinero en efectivo. Aquí yo recibo todo sistema de pago”, afirma al mostrar su máquina de tarjetas de débito y crédito, y su celular con su aplicación.
De esa forma, esta alternativa Código de Respuesta Rápida se populariza amigablemente entre los bolivianos y tiene cada vez más aceptación en comercios, tiendas virtuales y entre emprendedores que se suman a su uso como forma de pago, sin necesidad de usar dinero en efectivo.
