Santa Cruz, Bolivia /QAMASA Digital. – La Reserva ‘El Curichi Las Garzas’, ubicada en el municipio de San Carlos, vuelve a concentrar masivamente a estas especies en este 2025. Este espacio natural se ha convertido en uno de los sitios de anidación más importantes de Bolivia para esta especie.
Las garzas cabeza negra (Mycteria americana) son aves migratorias que encontraron en el Curichi un refugio vital para su reproducción. Cada año, miles de garzas llegan para dar vida a nuevas generaciones, aprovechando las condiciones únicas del ecosistema amazónico que ofrece alimento, protección y tranquilidad.
Durante ese período, nacen aproximadamente 2.500 polluelos. Anidan en árboles de ochoó, donde construyen entre 10 y 20 nidos, colocando unos tres huevos por nido, cuyas espinas naturales brindan una defensa efectiva contra depredadores. Esta particular relación entre especie y hábitat resalta la delicada, pero resiliente armonía del ecosistema.
Recuperación
Después de varios años de amenazas por incendios forestales y avasallamientos, la Reserva Municipal de Vida Silvestre ‘El Curichi Las Garzas’ vuelve a concentrar esfuerzos para su preservación. Actualmente se impulsan acciones concretas de conservación lideradas por el Gobierno Municipal de San Carlos, en coordinación con autoridades locales, concejales, técnicos ambientales y la Fundación Natura Bolivia.
Esta área protegida, que abarca más de 1.247 hectáreas, fue creada por ley municipal en el año 2015 y es reconocida por su alto valor ecológico.
El coordinador de Amazonía de la Fundación Natura Bolivia, Julián Torrico, destacó que el lugar es único en el departamento de Santa Cruz.
“Es un ecosistema amazónico con abundante biodiversidad: anfibios, peces, capibaras, lagartos y aves. El ciclo de vida que se desarrolla aquí es una belleza natural que debemos preservar”, comentó Torrico.
En años anteriores, sin embargo, este equilibrio natural fue severamente afectado. Los incendios forestales y el avance descontrolado de la frontera agrícola alteraron gravemente el hábitat, provocando pérdidas tanto en biodiversidad como en cobertura vegetal.
En 2024, como respuesta, se presentaron medidas cautelares contra responsables de avasallamientos e incendios, incluyendo denuncias formales dirigidas a particulares y autoridades involucradas.
Ahora, el trabajo conjunto entre la Fundación Natura Bolivia y el Gobierno Autónomo Municipal de San Carlos se han retomado las visitas técnicas, las acciones de socialización comunitaria y la difusión de materiales audiovisuales orientados a generar conciencia sobre la importancia ecológica y cultural del Curichi(El Deber) .