La Paz, Bolivia /QAMASA Digital . – En el marco del Día Mundial contra la Trata de Personas, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reafirmaron su compromiso con la prevención, detección y persecución de este delito, que representa una grave violación a los derechos humanos y afecta de manera desproporcionada a poblaciones en situación de vulnerabilidad.
Con el lema “La trata de personas es crimen organizado: Terminemos con la explotación”, ambas agencias coincidieron en hacer un llamado urgente para enfrentar a los grupos delictivos organizados que lucran con la dignidad humana mediante diversas formas de explotación.
Según estos organismos internacionales, entre 2020 y 2023, se identificaron más de 200.000 víctimas de trata de personas en todo el mundo. Sin embargo, la cifra real podría ser considerablemente mayor debido a los casos no denunciados.
De acuerdo con el último Informe Mundial sobre la Trata de Personas de UNODC, el 74% de los casos analizados estaban vinculados con estructuras del crimen organizado, incluyendo organizaciones que operan mediante violencia territorial o esquemas empresariales de explotación sistemática.
Estas redes, según el informe, aumentan cada año su capacidad de explotación, utilizan niveles crecientes de violencia y extienden los periodos de abuso para maximizar ganancias. Además, han perfeccionado el uso de herramientas digitales para captar, controlar y explotar a sus víctimas, especialmente niñas, niños y adolescentes.
Ambas organizaciones exhortaron a todos los sectores del Estado y la sociedad a reconocer la trata de personas como un crimen complejo y persistente, que requiere acciones firmes de prevención, protección, persecución penal y atención integral a las víctimas.
En Bolivia
El Observatorio Boliviano de Seguridad Ciudadana y Lucha Contra las Drogas (OBSCD) emitió un nuevo boletín estadístico sobre trata de personas en el país, en el que se muestra que las víctimas menores de 18 años siguen como el grupo más afectado por este delito.
Entre enero y mayo de 2025, se tiene 99 denuncias en este grupo etario, lo que representa un incremento del 19,28% respecto al mismo periodo del 2024.
“Las víctimas menores de 18 años concentran la mayor cantidad de denuncias por este delito en Bolivia”, refiere el Observatorio.
El informe también revela un crecimiento preocupante en otros segmentos de edad, como las víctimas de entre 30 y 39 años, cuyo número subió en 88,24%, y las personas adultas mayores, de entre 60 y 69 años, donde el aumento fue del 166,67%.